El uso de los tornillos varía según la superficie en donde se vayan a incrustar, de ahí depende su diámetro y extensión, también varía su aplicación de acuerdo con la intención, si quiere unir dos piezas, dar soporte o colgar otros elementos en la pared.
Los tornillos para madera, por ejemplo deben garantizar firmeza, pero la madera es un elemento más delicado que el concreto o los metales, por lo tanto debe ser resistente, sin dañar los artículos hechos de este material a la hora de atornillarlos.
Los tornillos también se pueden clasificar por el tipo de cabeza como los tornillos hexagonales; para lo cual necesitan una herramienta especial para atornillarlos; así se aprietan de forma correcta sin que la cabeza se deforme o rompa dándole estabilidad y soporte a la superficie donde se utilizan.
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