La bici se ha convertido en el medio de transporte por el que cada vez más personas se inclinan, por eso, garantizar su cuidado para mantenerla en buen estado es indispensable. A continuación, le damos algunas pautas para ello.
Al utilizar la bici como medio de transporte debe considerar que esta necesita cuidados y atención al detalle para asegurar un buen desempeño y garantizar que la vida útil sea más larga.
En este sentido, el mantenimiento regular de su bici es la forma más fácil de garantizar las mejores condiciones para reducir la frecuencia de visitas al taller. Por lo que es importante que aprenda los conceptos básicos de cuidado que puede realizar usted mismo en casa.
Si bien acudir a un técnico siempre es lo primero que debe considerar en caso de un problema con su bici, existen algunas nociones básicas de cuidado que debe conocer y realizar entre cada viaje.
A continuación, enumeramos algunos consejos sobre cómo hacerle el mantenimiento a una bicicleta:
1. Compruebe la presión de los neumáticos
Uno de los factores más importantes para la calidad de sus rodadas es la presión de los neumáticos. Si es demasiado baja, el esfuerzo para mantener la velocidad será mucho mayor que si tuviera presión adecuada.
Tenga en cuenta que la llanta trasera debe tener más presión, debido a que soporta más peso que la delantera. En este sentido, asegúrese de revisar sus neumáticos al menos una vez cada dos semanas.
Es importante contar con los elementos más imprescindibles en la caja de herramientas de los ciclistas, uno de ellos es la bomba de aire de piso o manual, preferiblemente con manómetro, para poder verificar la presión sugerida por el fabricante de los neumáticos.
2. Mantenga la bicicleta limpia
Esta es una de las actividades más básicas en el cuidado de su bicicleta que puede realizar usted mismo para garantizar que funcione como se espera. Además, es el primer paso para evitar que los componentes de la bicicleta se deterioren mucho más rápido.
Encima de mantener la bicicleta brillante, la limpieza y lubricación adecuada también protege las partes del desgaste y evita que el óxido y la corrosión aparezcan. Es recomendable utilizar un limpiador específico para bicicletas.
3. Limpie y lubrique la transmisión
Limpiar y lubricar permanentemente el tren de transmisión (cadena, pacha, platos, tensores y descarrilador) le asegura un cambio de marcha más suave y le permite una conducción más cómoda. ¿Ha sentido ruidos fuertes y chillidos provenientes de su bicicleta? Estos se deben al roce del metal, la mugre y el barro por que los componentes no están lubricados.
La lubricación es la encargada de que todo el sistema de tracción se mueva con fluidez, por lo que realizar esto periódicamente es una excelente manera de alargar la esperanza de vida de la cadena y los piñones, así no tendrá que reemplazarlos tan pronto y por ende ahorrará dinero.
Tenga en cuenta que la frecuencia con la que limpia la transmisión depende de cómo, dónde y cuándo monta bicicleta, sin embargo debe considerar que cuanto más lo haga y aplique el lubricante para la cadena de su bicicleta, menos tiempo le tomará a futuro.
4. Revise los frenos
Por su seguridad y la de los otros ciclistas, antes de cada rodada asegúrese de que los frenos funcionen correctamente. Esto es lo que debe considerar al revisar los frenos:
• Probarlos tirando y sosteniendo las palancas para ver si funcionan bien.
• Que las pastillas no se hayan desgastado hasta la línea límite indicada.
• Que las pastillas de freno toquen correctamente el disco: primero la parte delantera de la pastilla, luego completa.
• Los rotores deben estar limpios para evitar la contaminación y la disminución del rendimiento de frenado. Utilice un limpiador de frenos para lograr buenos resultados.
5. Asegúrese de que los pernos y tuercas estén bien apretados
Las piezas de su bicicleta están unidas por docenas de tornillos y tuercas. No hay peor experiencia que una bicicleta que se desbarata mientras está en la ruta. Mantener una bicicleta apretada es crucial, ya que las tuercas y tornillos flojos o mal apretados pueden provocar un desgaste grave, reducir el rendimiento y crear peligro al conducir.
La forma más fácil de mantener intactas las piezas de su bicicleta es hacer una revisión semanal rápida. Puede hacer rebotar ligeramente la bicicleta en el suelo y estar atento a las tuercas y tornillos sueltos.
Al apretar tuercas y pernos, asegúrese de consultar con el manual del fabricante las especificaciones de torque correctas. Un apriete insuficiente puede provocar ruidos chirriantes mientras conduce, mientras que un apriete excesivo generará daños físicos.
Al dominar estos cinco cuidados para su bicicleta y practicarlos con frecuencia obtendrá como resultado viajes más agradables, mayor seguridad y, sobre todo, una mayor vida para todos los componentes.
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Artículo tomado de: Mundial de Tornillos
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